La jubilosa botella de champagne que estalla contra el casco del barco antes fue los cuerpos de esclavos que la quilla del barco aplastaba en su trayecto hacia el mar. ¡Debe haber sido una magnífica ceremonia! Los aullidos ante el inminente alfil de la proa, el brusco silencio punzó, el rumor de la espuma rosada.
Hoy, con altruismo severo, nos conformamos con su deslucida metáfora.
(Ad hoc quiero agregar que el hilo que guía la tenue botella hacia el armazón inexorable también es indicio de progreso civil. Durante los primeros ensayos, no existía tal hilo y no resultaba insólito que la mala puntería –o el impulso atávico- reiteradamente fuera a bautizar el cráneo de un inopinado espectador.)
Hoy, con altruismo severo, nos conformamos con su deslucida metáfora.
(Ad hoc quiero agregar que el hilo que guía la tenue botella hacia el armazón inexorable también es indicio de progreso civil. Durante los primeros ensayos, no existía tal hilo y no resultaba insólito que la mala puntería –o el impulso atávico- reiteradamente fuera a bautizar el cráneo de un inopinado espectador.)
7 Comments:
Es una imagen muy cruda. Creo que uno podria volverse loco si a cada paso se pondria a pensar en los sacrificios que se hacen en la humanidad para obtener ciertos beneficios. Sinceramente me da terror pensar en ello
A mi me parece estupendo.
Mi completa ignorancia frente a su sabiduría, me inhibe de escribir algo.
(Por la dudas tengo una champaña en la heladera, que abriré bien lejos de la quilla de un barco)
Quién iba a pensar que otra vez me encontraría con el ejemplo del bautismo naval, justo en los días que tuve que releer a Austin, quien gusta tanto de ese ejemplo...
Es delicioso ver como los ritos humanos se convierten en pulidos actos de civismo. Es una suerte que las prácticas olímpicas griegas hayan pasado al actual amateurismo. Tanto como espantoso ver una corrida de toros o una pelea de box.
La bestialidad humana aflora a cada paso, pero donde a mi más me sorprende es en los andenes de la estación Once, a eso de las 18:30..., si señor, eso es una delicada muestra de altruismo y humanidad. Todo sin matar a nadie, por puro deporte.
Pablo:
Mejor no pensar en la humanidad, es una horda de monos lampiños.
Pol:
Y sí. La sangre es más vistosa que el champagne.
Malizia:
Yo no tengo ninguna sabiduría. Lo leí en un libro.
Matías:
Somos bestias, no cabe duda. Pero creo en el progreso y estoy convencido de que la civilización es inminente. Quizá en 5.000 o 10.000 años, lo cual es un "ya" en la historia.
No lo sabía. Me quedo azorada. Es terrible.
Fue terrible, pero ya ves, Sole, los progresos de la civilización.
Publicar un comentario
<< Home