Ayer, en un breve reposo del monótono zapping circular, un conductor le dijo a una invitada que sostenía una lapicera: «Agarrala fuerte y, si no anda, sacudila, mami» La invitada se rió y el público también e, incluso, hubo ovaciones y aplausos.
Me resultó curioso que ese eterno retorno del chiste de doble sentido, todavía provocara risas, y no melancolía o desesperación existencial.
Quise investigar más el tema y fui hasta el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. Allí encontré un informe muy detallado al respecto. La original recurrencia del conductor resultó ser la número 1.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.0000.000.000.000.00 (los ceros siguen infinitamente y agota ponerlos todos) 1.
El informe también discriminaba el uso de chiste de doble sentido por profesión:
30% choferes (micros de larga y corta distancia, taxistas, etc.) 25% escritores (comprometidos y no comprometidos), 19% albañiles y gente que se dedica a la construcción (arquitectos, ingenieros, etc.) 10% zapateros (un rubro que cayó luego de la revolución industrial en el medioevo representaban el 30%), 9% psicólogos freudianos, 8% psicólogos lacanianos, 7% psicólogos sociales, 5% curas (antes del Concilio de Trento, respresentaban un 60%) 4% amas de casa, 3% conductores de t.v. (abierta y por cable) 2% farmaceuticos y 1% deportistas.
Por último, el informe auguraba un fuerte incremento de este tipo de chistes en el próximo siglo. Es más, según algunas de sus fuentes, antes de cerrar el siglo XXI, todos los chistes serán de doble sentido.
Me resultó curioso que ese eterno retorno del chiste de doble sentido, todavía provocara risas, y no melancolía o desesperación existencial.
Quise investigar más el tema y fui hasta el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. Allí encontré un informe muy detallado al respecto. La original recurrencia del conductor resultó ser la número 1.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.0000.000.000.000.00 (los ceros siguen infinitamente y agota ponerlos todos) 1.
El informe también discriminaba el uso de chiste de doble sentido por profesión:
30% choferes (micros de larga y corta distancia, taxistas, etc.) 25% escritores (comprometidos y no comprometidos), 19% albañiles y gente que se dedica a la construcción (arquitectos, ingenieros, etc.) 10% zapateros (un rubro que cayó luego de la revolución industrial en el medioevo representaban el 30%), 9% psicólogos freudianos, 8% psicólogos lacanianos, 7% psicólogos sociales, 5% curas (antes del Concilio de Trento, respresentaban un 60%) 4% amas de casa, 3% conductores de t.v. (abierta y por cable) 2% farmaceuticos y 1% deportistas.
Por último, el informe auguraba un fuerte incremento de este tipo de chistes en el próximo siglo. Es más, según algunas de sus fuentes, antes de cerrar el siglo XXI, todos los chistes serán de doble sentido.
Publicado por Caudor a las 11:56 p. m.
14 Comments:
Yo diría que dobles sentidos tan obvios sólo pueden interpretarse en un sentido, que es el que "provoca risas" (?)
hay que aclara que gente que sepa contar buenos chistes ya no hay. Hay que ser muy groso para hacer un humor superior. Igual me gusto la estadistica-
no acostumbro a hacer ese tipo de chistes...es mas...soy de esas que generalmente siempre piensan que todo es hablar en serio, asi q imaginate como me cae el doble sentido,..todo depende de las circunstancias y los ambitos..
soy tan retorcida?
Minerva: Tanto tiempo,tanto gusto. Y sí, es esa obviedad lo que para mí los hace tan poco divertidos.
Pablo: Y sí, el humor es difícil porque solo apela a la inteligencia; salvo en estos casos, claro.
Tamu: Por lo que decís, parece más bien al revés.
Me quedo con el humor de Chaplin.
Suele pasar con el doble sentido lo mismo que pasa con las llamadas "malas palabras". El uso repetitivo llevado al extremo [que demuestra la estadística] logra solamente quitarle ese doble sentido, disminuyendolo a uno solo y triste.
De la misma manera, todo el mundo larga palabrotas a la marchanta tantas veces por día, que cuando están realmente enojadas, no saben a qué cazzo recurrir.
Cuando alguien me dice algo en doble sentido, siempre le respondo "en que sentido me lo dice" y santo remedio.
Los taxistas creo que llevan la delantera a los choferes de colectivos.
saludos señor.
Hablar o escuchar hablar en doble sentido todo el tiempo es una desgracia. Escucharlo en un momento en que no se supone que tenga lugar, y ver como las caras acartonadas se desacartonan, es delicioso.
El doble sentido, como el absurdo, funcionan por contraste.
ya paso mas de un mes desde el ultimo post....
para cuando el proximo?
el chiste es siempre de doble sentido...creo yo...
¿Otra vez se tiró a vago, Caudor?
JA!
mas visito otros blogs mas odio el mio. Por que??
Gabriellus: Yo, con Buster Keaton.
Tideia: Es verdad, el uso gasta las palabras.
Malizia: Puede ser, pero van detrás de los camioneros.
Ciudad: Bueno, hay muchas cosas que funcionan; hay muchas revistas y programas de T.V que funcionan. Los chistes de doble sentido también funcionan.
Josie: Hay muchos tipos de chistes y no todos tienen que ver con el doble sentido o la ambigüedad de las palabras. "La castástrofe fue tan terrible que hasta los sobrevivientes murieron" no registra, creo yo, ninguna ambigüedad.
Tideia: Soy vago.
Miss Floyd: Nadie es profeta en su tierra.
GRACIAS por haberlo dicho!!! Creo que queda una sospecha de esperanza en este mundo...
Srta. [CINE]ster
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