domingo, noviembre 26, 2006

Sobre cajas, trapos y basura, un hombre más vil que un mendigo escribe en un cuaderno. Tiene el pelo hirsuto, casi rasta; la barba inmunda y la piel de ese color moreno que provoca la suciedad y la intemperie.
Todos los días lo veo al pasar, rídiculo, quebrado por la vida, escribiendo cuadernos demenciales.
Ahora mismo yo no soy diferente de él. Nadie lo es.